"Two Suns in the Sunset" es una canción de la banda británica Pink Floyd, que está incluída en "The Final Cut" (Marzo de 1983), el duodécimo trabajo musical de esta emblemática banda que se caracterizó por su estilo innovador y experimental, con el cúal fueron los arquitectos de la cultura pscidélica en el Reino Unido y una agrupación escencial para la historia del Rock.
Este regular disco, publicado en medio de los conflictos internos entre Waters y sus demás compañeros, es considerado la sombra de su antecesor, el aplaudido "The Wall", y destaca por contener canciones de alto calibré crítico hacía los políticos británico y variadas reflexiones sobre lo inutil de apoyar las guerras.
Tras casi 14 años de carrera musical, era casi predecible que la banda pasara por un momento de tensión. Los egos musicales entre Waters y Gilmour llevaron a que la banda empezara a perder peso, y tras el éxito mundial de la obra musical The Wall, la cosa se puso mas seria.
Con varios problemas internos, la banda empezó a trabajar en su siguiente disco de Opera-Rock, el cúal tenía un concepto anti-bélico, idea muy practicada por Roger Waters, y en donde le tiraba sus "buenos palos" a los políticos británicos que creían que la única solución ante tantos problemas era armar guerras con otros países para acariciar medallas, y terminar en un desastre nuclear, como el final mas épico.
Entre el repertorio que andaban ensayando, Waters le presentó al resto de la banda una emotiva canción apocalíptica llamada "Two Suns in the Sunset". Esta canción hablaba sobre un holocausto nuclear en Inglaterra, el cual era visto por el sorprendido narrador dentro de su auto. Sobre esta trágica temática, Waters señalaba en una entrevista que esa sería la solución final de cualquier país que está obsecionado con las guerras y el gusto de controlarlo todo, y meter sus dientes en terenos ajenos.
En esta canción, la frase "Dos soles en el ocaso" es la metáfora perfecta para visualizar el fin, donde uno es el sol, nuestra luz natural y el otro es una luz originada por la explosión nuclear, que en vez de ayudarnos nos eliminará por completos lentamente.
Esta letra, que muchos fanáticos mencionan como de las mejores en la pluma de Waters, está muy marcada por el miedo a la muerte, po el mido a que alguien aprete el botón que haga explotar este planeta. En ella, el narrador nos sorprende con un relato escalofriante de como el ser humano muere lentamente ante un enemigo invisible.
Con geniales y notables metáforas en medio de frases para el bronce, Waters despide el disco con una frase que dá mucho que hablar: "Enemigos y amigos, somos todos iguales". Esta frase tambien tiene un doble significado, ya que está muy ligada al fin de la banda.
Si antes de entrar a grabar este disco Pink Floyd ya pasaba por problemas internos, en medio de las grabaciones la cosa se puso mas tensa. La bipolaridad de Gilmour y Waters ocasionaba mucho daño en la parte interna de la banda. Mientras que Mason ya era un músico a "Part-Time", el tecladista Richard Wright ya había abandonado la banda, tras chocar en una pelea con el bajista.
La mejor solución en pleno apocalípsis de la banda, era que cada músico trabaje por separado, y así no caer en discusiones ni peleas que empeoran la grabación del disco.
Pero en plena grabación de "Two Suns in the Sunset", Waters metió sus colmillos en el trabajo del baterista Nick Mason y al ver que este no encajaba con la parte rítmica de la canción le pidió que dejara su puesto a Andy Newmark, quien fuera el encargado, por un tiempo, de la batería en la banda Sly & The Family Stone y además era amigo de los integrantes de Pink Floyd. En entrevistas posteriores, Mason menciona relajadamente que esta elección otro baterísta" no es tan importante".
Otro detalle notable es el maravillosa parte final adornada con un potente solo de saxofón, interpretada por el famoso músico Raphael Ravenscroft, quien trabajó en todas las pistas de este disco y además es famoso por su participación en la canción de Gerry Rafferty, "Baker Street."
Tras casi 14 años de carrera musical, era casi predecible que la banda pasara por un momento de tensión. Los egos musicales entre Waters y Gilmour llevaron a que la banda empezara a perder peso, y tras el éxito mundial de la obra musical The Wall, la cosa se puso mas seria.
Con varios problemas internos, la banda empezó a trabajar en su siguiente disco de Opera-Rock, el cúal tenía un concepto anti-bélico, idea muy practicada por Roger Waters, y en donde le tiraba sus "buenos palos" a los políticos británicos que creían que la única solución ante tantos problemas era armar guerras con otros países para acariciar medallas, y terminar en un desastre nuclear, como el final mas épico.
Entre el repertorio que andaban ensayando, Waters le presentó al resto de la banda una emotiva canción apocalíptica llamada "Two Suns in the Sunset". Esta canción hablaba sobre un holocausto nuclear en Inglaterra, el cual era visto por el sorprendido narrador dentro de su auto. Sobre esta trágica temática, Waters señalaba en una entrevista que esa sería la solución final de cualquier país que está obsecionado con las guerras y el gusto de controlarlo todo, y meter sus dientes en terenos ajenos.
En esta canción, la frase "Dos soles en el ocaso" es la metáfora perfecta para visualizar el fin, donde uno es el sol, nuestra luz natural y el otro es una luz originada por la explosión nuclear, que en vez de ayudarnos nos eliminará por completos lentamente.
Esta letra, que muchos fanáticos mencionan como de las mejores en la pluma de Waters, está muy marcada por el miedo a la muerte, po el mido a que alguien aprete el botón que haga explotar este planeta. En ella, el narrador nos sorprende con un relato escalofriante de como el ser humano muere lentamente ante un enemigo invisible.
Con geniales y notables metáforas en medio de frases para el bronce, Waters despide el disco con una frase que dá mucho que hablar: "Enemigos y amigos, somos todos iguales". Esta frase tambien tiene un doble significado, ya que está muy ligada al fin de la banda.
Si antes de entrar a grabar este disco Pink Floyd ya pasaba por problemas internos, en medio de las grabaciones la cosa se puso mas tensa. La bipolaridad de Gilmour y Waters ocasionaba mucho daño en la parte interna de la banda. Mientras que Mason ya era un músico a "Part-Time", el tecladista Richard Wright ya había abandonado la banda, tras chocar en una pelea con el bajista.
La mejor solución en pleno apocalípsis de la banda, era que cada músico trabaje por separado, y así no caer en discusiones ni peleas que empeoran la grabación del disco.
Pero en plena grabación de "Two Suns in the Sunset", Waters metió sus colmillos en el trabajo del baterista Nick Mason y al ver que este no encajaba con la parte rítmica de la canción le pidió que dejara su puesto a Andy Newmark, quien fuera el encargado, por un tiempo, de la batería en la banda Sly & The Family Stone y además era amigo de los integrantes de Pink Floyd. En entrevistas posteriores, Mason menciona relajadamente que esta elección otro baterísta" no es tan importante".
Otro detalle notable es el maravillosa parte final adornada con un potente solo de saxofón, interpretada por el famoso músico Raphael Ravenscroft, quien trabajó en todas las pistas de este disco y además es famoso por su participación en la canción de Gerry Rafferty, "Baker Street."
A pesar de las duras críticas al disco, esta canción resulta asombrosa, enigmática, con un aire a despedida y tal vez hasta profética. Esos detales la hacen una de las piezas musicales más aplaudidas de Roger Waters, quien dominado por sus ganas de tenerlo todo, logrró despedirse de la banda con honores, y con esta canción de fondo.
Que la disfruten!
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